“Por las calles de San
Carlos”
Información
extraída del libro “Nomenclátor de San Carlos” editado por el Centro de
Investigaciones Históricas de San Carlos.
Calle Jacinto Alvariza |
La Junta Económico Administrativa de San Carlos, el 21 de diciembre de 1909 resuelve por moción del Sr. Alfredo Abelar, denominar a la llamada calle “Las Cañas” que pasaba por la parte oeste de la plaza 19 de Abril, “Avenida Jacinto Alvariza”. Se realizaba tal designación en reconocimiento a las generosas iniciativas de este hijo de la villa, así como también a pedido de numerosos vecinos.
En esa calle y con
frente a la plaza mencionada se levantó el edificio que construyera Jacinto
Alvariza, para la atención sanitaria de los enfermos del departamento de Maldonado.
Tal edificio no fue oficialmente ocupado a dicho fin y hoy funciona la actual
UTU de San Carlos.
Hablar de Jacinto Alvariza es historiar en parte, respecto a
la creación del Hospital de nuestra localidad y del peregrinaje que debió vivir
el benefactor para dar a la población tan necesario bien.
Jacinto María Alvariza nació en San Carlos, el 13 de agosto
de 1851, siendo sus padres Florencio María Alvariza y Juana Fajardo Rada.
Inició actividades comerciales en Montevideo, donde creó un hogar casándose con Margarita Marlak y trayendo al mundo 9
hijos.
Sus continuos viajes a Europa, por razones de trabajo le
pusieron en contacto con ciudades pujantes, progresistas y soñó para su suelo
natal, del que nunca se olvidó, la creación de un hospital que prestara
asistencia a todos los hijos del Departamento sin ninguna distinción.
Con tal fin solicitó
a la Comisión Económica Administrativa la donación de una manzana de
terreno en donde levantaría a su costo el futuro nosocomio, exigiendo solamente
que llevara el nombre de su querido
padre: Florencio María Alvariza.
El gobierno local
accedió complacido y donó a tal fin un terreno que actualmente estaría sobre
Ceberio (esquina cruzada con la escuela N° 8). Allí se colocó la piedra
fundamental el 1° de Enero de en medio
de gran regocijo. Se formó una comisión
de vecinos que colaboraron en la realización de la obra. Alvariza se valió
siempre de su gran amigo Eladio González que fue su mano derecha en la
realización de la misma.
Dado que el terreno tenía muchas irregularidades, solicitó
otro más adecuado por el que realizó una permuta, debiendo contemplar ciento
cincuenta pesos y la tramitación legal del terreno.
Se iniciaron los trabajos en 1901. En junio de 1902 el Dr
Soler y Trilla solicita permiso para ocupar el Hospital no terminado aún para
concentrar allí los afectados de viruela. Esta petición se repite en marzo de
1910, no obstante las autoridades se desinteresan de darle al edificio su
verdadero destino.
Alvariza debió demorar la entrega del inmueble debido a que
el comprobante de permuta no aparecía; hacia seis años que permanecía
archivado, autorizado y firmado por el secretario de la Junta Económico Administrativa, Don Ramón Guerra y Lorenzo y Losada.
Pasó el tiempo y el hospital nunca se habilitó y con los
años llegó a ser inadecuado para su función. En 1923 la Dirección de Asistencia
Pública, solicitó al Sr. Alvariza la venta de la mencionada construcción para
emplearla en la Escuela industrial.
Alvariza destinó el dinero de la venta a la construcción del Hospital que lleva el nombre de su
padre: Florencio María Alvariza.
Alvariza también fue quien propuso con fecha seis de enero
de 1901, el nombre de Andrés Ceberio para la calle donde actualmente se
encuentra ubicado el Hospital.
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