DON PEDRO DE CEBALLOS FUNDADOR DE SAN CARLOS

Fuente: Libro Nomenclátor de San Carlos del Centro de Investigaciones  Históricas de San Carlos

Nació en Cádiz el 29 de junio de 1715, hijo de Juan Antonio de Cevallos (Caballero de la orden de Alcántara) y de Juana Cortés Arévalo

Cevallos, comienza su carrera administrativa muy joven, primero es designado procurador del Consejo Santibañez, Correjo y Alcalde de la Santa Hermandad en la villa de Zarza, luego regidor  y Alcalde en Zarza y en Braña, en 1756, gobernador de Buenos Aires y en 1776 Virrey del Río de la Plata.

En Cevallos se destaca como rasgos de su carácter, el valor, la energía, la inteligencia y dotado de una  sagacidad que lo convirtió en un hábil político.

En el año 1750 se procede a la demarcación de los límites territoriales entre el estado  español  y el lusitano, con la firma del tratado de Madrid. Esta división territorial entre las posesiones hispanas y portuguesas adquiere fundamental importancia con respecto a la futura fundación de San Carlos.

De acuerdo con este Tratado de Madrid, Portugal absorbía un tercio del actual departamento de Maldonado, además de los de Rocha, Treinta y Tres y Cerro Largo.

El lugar en que, poco después se fundó San Carlos,  resulta punto estratégico, ya que se encuentra a una distancia de ocho leguas,  unos 50 kilómetros, del límite territorial y por eso, adquiere fundamental importancia.

Cualquier intento de invasión portuguesa desde el Rio Grande debe hacerse por las proximidades de la costa, siendo las confluencias de los arroyos Maldonado  y San Carlos lugar de paso obligado, ya que la invasión  por el noreste ofrecía muchos obstáculos. Era necesario desde el punto de vista militar, hacer que este lugar sirviera de bastión ante el peligroso avance portugués.

En 1762 Cevallos comienza una campaña militar para detener a los lusitanos con el sitio y la toma de Colonia del Sacramento. En 1763 se dirige a Santa Teresa, San Miguel y San Pedro de Río Grande. En dirección a Rocha entró por el Paso Real del arroyo Maldonado, encontró solo un pequeño puesto de guardia, conocido hasta los primeros meses de 1763 con el nombre de Maldonado Chico, porque a partir de Cevallos, quien determina la fundación de la villa de San Carlos o “Pueblo  de San Carlos”, cae en desuso la denominación anterior.

Abril de 1763, campos fértiles, agua abundante y cristalina, bosques de costas de arroyo, leña para el hogar y madera para la construcción, protección de los vientos del sur y no lejos del mar, todo era propicio para el trabajo y el descanso.

Además aquí estaba la atalaya que vigilaría permanentemente a los usurpadores lusitanos siempre amenazantes. En ese mismo año comienzan a  trasladarse para San Carlos las familias portuguesas, específicamente azorianas, procedentes de Río Grande do Sul. Desde ese momento la villa se preocupó por la organización, progreso y bienestar  de sus habitantes.

En los próximos  meses de julio y agosto del mismo año, el Capitán de la villa informaba a Cevallos que se había empezado a arar las tierras, construir los ranchos y que proyectaba construir  un horno de ladrillos.  Momento en que también se  distribuyen terrenos para construir casas.

Se construye la primitiva Iglesia y Cevallos envía objetos para ésta y destina para la villa y su jurisdicción al Padre Villaverde.

El 15 de agosto de 1766, Cevallos deja el gobierno de Buenos Aires para ir a España y no volvería a América hasta 1776, fecha que se crea el virreinato del Río de  la Plata. Cevallos es investido del cargo de  Virrey llegando a  estas tierras en febrero de 1777 y fallece en España el 26 de diciembre de 1778.